Ya se pasaron algunos meses de las votaciones para la Seccional Colorada de Yby Yaú, Hilarión Duarte vio su sueño realizado después de varios intentos fallidos.
Es actual presidente de la entidad política local justo cuando el desafío es mucho mayor: El Partido Colorado está en la llanura y se vienen, de aquí a dos años, las votaciones para parlamentarios y gobernador. Evidentemente que la prioridad “debería” ser desplazar a Magdaleno Silva del cargo y la misma arena política, cosa que creo poco menos que imposible, dado que, mal que le pese a muchos, Magdaleno sigue teniendo seguidores y cierto peso político, además de un cierto apoyo por parte de un “grupo de ganaderos locales” a quienes conviene que éste siga cubriéndoles la espalda.
Yby Yaú necesita de “nuevos líderes” y cuando digo nuevos hablo de gente nueva, gente con capacidad real de trabajar por el Distrito, que no esté mezclada con la “mafia” de la narco-ganadería. Aquí viene la gran pregunta, ¿Dónde están esos futuros líderes? ¿Tendrán el espacio y el apoyo que necesitan para candidatarse? O se seguirá dando espacio solo a los idiotas útiles que siguen el catecismo del oportunismo que ha implantado el Partido Colorado a lo largo de sus más de 60 años de desgobierno. A propósito, es bueno preguntarse si las oficinas estatales, como la ANDE Y COPACO no fueron copados por “partidarios” del candidato ganador, como siempre se hizo. La otra pregunta que me hago aquí es ¿Seguirá Críspulo Vega en el cargo de Jefe de Ande? Si la respuesta es positiva, significa que nada ha cambiado y que Hilarión no será sino “uno más” que pasará por la seccional local sin ningún protagonismo.
Quedan pendientes varias cuestiones político-judiciales graves en Yby Yaú, los asesinatos que nunca fueron aclarados, la impunidad de la que gozan ciertos narco-ganaderos conocidos en la zona; la gestión de la administración municipal de los Casco (padre e hijo), así como la gestión al frente de la oficina de recaudaciones de la misma familia. Quiérase o no, Hilarión tiene un compromiso moral ante estos desafíos, la población Yby Yauense espera resultados y el tiempo no para, tampoco perdona.
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