Mafia organizada permitió a Silva hacerse de tierras en la ex Cipasa
Toda una mafia organizada para la venta de derecheras, que incluye a dirigentes campesinos, funcionarios y políticos, es la que permitió al diputado Magdaleno Silva hacerse de tierras en Antebi Cue. Nuestro diario pudo ubicar y dialogar con María del Rosario Molinas de Romero, la supuesta vendedora de las tierras que hoy están en poder de testaferros de Magdaleno Silva.
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ABC Color pudo contactar con una persona clave en el caso de las tierras usurpadas por el diputado Magdaleno Silva, dentro de la propiedad de 224.000 hectáreas, pertenecientes al Estado paraguayo, expropiadas de la familia Antebi.
Se trata de María del Rosario Molinas de Romero, quien figura en un contrato privado, suscripto con el diputado Magdaleno Silva, como la vendedora de varios lotes en el asentamiento Rinconada, distrito de Bella Vista, dentro de Antebi Cue (ex Cipasa).
Demostrando mucho temor por el escándalo desatado en este caso, y más todavía por los antecedentes del otro involucrado, María del Rosario, quien vive en un cómodo chalet en Lambaré, pidió no ser fotografiada ni grabada.
Nos relató, sin embargo, que la historia se remonta al año 2005, cuando un dirigente campesino, al que conoce solo como Lugo “Puku”, se acercó a una de sus hijas y ofreció a precio de oferta (sin mencionar montos) varios lotes en el asentamiento Rinconada.
Sin saber lo que estaba haciendo -dice Molinas-, su hija acepta el trato e incluso enseguida logra construir en la propiedad una precaria vivienda al tiempo de trabajar ya por algunos cultivos.
Luego dialogaron con el entonces presidente del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert), Ing. Erico Ibáñez, quien les aseguró que no podían quedarse con dichas tierras ya que no correspondía por no ser sujetos de la reforma agraria, dijo la entrevistada.
Añadió que, posteriormente, comenzaron los problemas en la propiedad “adquirida” ya que se destruyeron los cultivos y se incendió la casa que se había construido.
Siempre según el relato de la señora Molinas, en ese momento aparece el diputado Magdaleno Silva, no solo interesado sino presionando para quedarse con las tierras.
María del Rosario dijo que resolvió entonces firmar en nombre de su hija el contrato de transferencia de los lotes al diputado Silva, “con el fin de, al menos, recuperar la plata invertida y para deshacerse del problema”.
María del Rosario comentó que incluso un vehículo con el chofer de Magdaleno Silva fue hasta su casa, la alzó y la llevó hasta el Parlamento para que firme el documento de transferencia “en blanco”, es decir, para llenarlo luego.
Fácil
De esta forma, Magdaleno Silva consigue la transferencia de nueve lotes por más de 1.000 hectáreas en el distrito de Bella Vista, que posteriormente fueron gestionados a nombre de testaferros suyos. Una de las supuestas “ocupantes”, una tal Silvia Canale, vive incluso en Fernando de la Mora, según las investigaciones judiciales de este caso.
Este es uno solo de los cientos o miles de casos que existirían de usurpación de tierras del Estado en nombre de la reforma agraria.
Se trata de María del Rosario Molinas de Romero, quien figura en un contrato privado, suscripto con el diputado Magdaleno Silva, como la vendedora de varios lotes en el asentamiento Rinconada, distrito de Bella Vista, dentro de Antebi Cue (ex Cipasa).
Demostrando mucho temor por el escándalo desatado en este caso, y más todavía por los antecedentes del otro involucrado, María del Rosario, quien vive en un cómodo chalet en Lambaré, pidió no ser fotografiada ni grabada.
Nos relató, sin embargo, que la historia se remonta al año 2005, cuando un dirigente campesino, al que conoce solo como Lugo “Puku”, se acercó a una de sus hijas y ofreció a precio de oferta (sin mencionar montos) varios lotes en el asentamiento Rinconada.
Sin saber lo que estaba haciendo -dice Molinas-, su hija acepta el trato e incluso enseguida logra construir en la propiedad una precaria vivienda al tiempo de trabajar ya por algunos cultivos.
Luego dialogaron con el entonces presidente del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert), Ing. Erico Ibáñez, quien les aseguró que no podían quedarse con dichas tierras ya que no correspondía por no ser sujetos de la reforma agraria, dijo la entrevistada.
Añadió que, posteriormente, comenzaron los problemas en la propiedad “adquirida” ya que se destruyeron los cultivos y se incendió la casa que se había construido.
Siempre según el relato de la señora Molinas, en ese momento aparece el diputado Magdaleno Silva, no solo interesado sino presionando para quedarse con las tierras.
María del Rosario dijo que resolvió entonces firmar en nombre de su hija el contrato de transferencia de los lotes al diputado Silva, “con el fin de, al menos, recuperar la plata invertida y para deshacerse del problema”.
María del Rosario comentó que incluso un vehículo con el chofer de Magdaleno Silva fue hasta su casa, la alzó y la llevó hasta el Parlamento para que firme el documento de transferencia “en blanco”, es decir, para llenarlo luego.
Fácil
De esta forma, Magdaleno Silva consigue la transferencia de nueve lotes por más de 1.000 hectáreas en el distrito de Bella Vista, que posteriormente fueron gestionados a nombre de testaferros suyos. Una de las supuestas “ocupantes”, una tal Silvia Canale, vive incluso en Fernando de la Mora, según las investigaciones judiciales de este caso.
Este es uno solo de los cientos o miles de casos que existirían de usurpación de tierras del Estado en nombre de la reforma agraria.
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