Cuando hablamos
de crisis en el mundo, siempre asociamos esta palabra a la falta de recursos
económicos, nunca pensamos que pueden deberse a una falta de recursos HUMANOS,
es decir, a la falta de VALORES humanos que inciden en la buena administración de
los recursos naturales a nuestra disposición.
El sistema
educacional, hoy en día, más que educación es una especie de “domesticación”
para la producción y la generación de capital. Estamos “profesionalizando” a
las personas para que produzcan dinero. Estamos olvidando “enseñar” valores
humanos, como la dignidad, el respeto, la coherencia (Moral y Civismo). Se ha
diabolizado la honestidad, tildando de tonto al que no aprovecha su
oportunidad, aunque esa oportunidad signifique “estafar al indefenso”, para aliviar
su culpa acuñan la frase “El vivo vive del tonto, y el tonto de su trabajo” o “Si
yo no aprovecho, otro lo hará”
Por eso siempre
defiendo la tesis de que hace falta más humanidad en todas las áreas de la formación
y en la administración de los bienes públicos. Si la función principal de la educación
es la de formar futuros líderes, familiares, comunitarios o empresariales,
entonces lo que hace falta es mostrar que todas esas áreas son inherentes a la
humanidad, por lo tanto debe primar el CAPITAL HUMANO antes que el CAPITAL
FINANCIERO PRODUCTIVO. Hoy el capital financiero produce humanos materialistas y
consumistas en extremo. Debería ser a la inversa, Los humanos deberían estar
produciendo un capital financiero más humano.
Si los bienes
son públicos ¿Por qué debe enriquecer solo a unos pocos, empobreciendo a la
gran mayoría? ¿Dónde está la falla?
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