El panorama que se ve en la “Comunidad” (favela) ‘Rosinha” de Rio de Janeiro – Brasil tiene varios contrapuntos.
La gente parece estar muy contenta con la toma de la comunidad por parte de las Unidades Policiales Pacificadoras (UPP) que sentaron sus bases en la misma, en la búsqueda de eliminar el reinado de los narcotraficantes en este tipo de poblaciones.
La TV mostraba reportajes con la gente de la comunidad, éstas manifestaban que la villa proporciona “casi todo” para todos, es decir allí, incluso, se puede trabajar y ganar para vivir.
El costo de los alquileres rondaba entre los 350 y 800 Reales, pero remarcaban que es muy difícil encontrar un inmueble para alquilar, dado que mucha gente “quiere vivir en la comunidad, según uno de los entrevistados.
Lo que no se está mostrando allí es que el narcotráfico es el principal inyector de dinero en efectivo en la vida de los pobladores de la comunidad. Aquí la pregunta que no quiere callarse: ¿Cómo será la vida en la comunidad, a partir de ahora, sin el narcotráfico? Por un lado, es cierto que será mucho mejor sin la violencia que genera el narcotráfico, pero hay que considerar también el aspecto económico. Desde luego que no estamos proponiendo que el narcotráfico continúe, lo que aquí decimos es, si hubo algún estudio de impacto social que generaría esta toma de la comunidad y posterior expulsión de los Reyes del narcotráfico y todo el entorno que encierran este mercado ilegal.
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