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miércoles, 26 de mayo de 2010

Y vamos todavia ...




Fotos: Carlos Escobar Informes: Esperanza FM




Apenas fue suspendido el estado de excepción y la ola de crímenes en Yby Yaú, comienza de nuevo su ronda de muertes sin culpables ni motivos conocidos, luego la policía dirá que el caso está a cargo de la fiscalía, la fiscalía, a su vez, dirá que la policía no ha aportado muchos detalles en el informe y que el caso esta archivado por falta de pruebas. (vulgo: Opareí)

Mientras el 90 por ciento de la población sabe de dónde viene la orden de matar y por qué se mata a alguien, la policía y la justicia son los únicos a no saber nada.

Antonio Amarilla, más conocido como “Gua ‘a o Leka”, paraguayo, casado, 52 años, domiciliado en vida en Mcal. López y Cerro Corá, Barrio San Juan Yby Yaú, fue asesinado ayer en el predio de la Terminal de ómnibus de Yby Yaú, a escasos metros de su casa. El mencionado ciudadano recibió 4 impactos de bala, calibre 9 mm, 3 de ellos con orificio de salida, falleciendo en forma instantánea.

Según hemos podido escuchar por Esperanza FM, el cuerpo sin vida está siendo velado en su domicilio, Carlos Escobar prometió mayores informaciones en el correr del día, lamentablemente cayó su emisión por internet, motivo por el cual no pudimos escuchar mas detalles del hecho.

Sin embargo nosotros queremos conjeturar algo, en base a lo que conocemos de la víctima.

Antonio Amarilla les conoce a todos y cada uno en Yby Yaú, es una persona que hace “negocios”, no interesa aquí el tipo de negocio, lo que importa es que el negocio le permitía relacionarse y conocer mil secretos de la ciudad y su gente, incluso de “otras ciudades” aledañas. Como diría un gato a su gata embarazada: aquí hay gato encerrado, sin lugar a dudas.

¿Por qué decimos esto? Antonio Amarilla no era un hombre de demasiadas palabras, desconfiaba de todo el mundo, eso conduce a pensar que quien lo citó no es la persona que podía darle miedo o desconfianza, era alguien en quien él confiaba; sabemos que hubo una discusión antes del crimen, también sabemos que el asesino tuvo la osadía y la sangre fría de enzoquetarle un tiro en la boca, con orificio de salida en la cabeza, de lo que se deduce que la víctima estaba hablando demasiado, o estaba mintiendo y la mafia dejó su marca, para ejemplo.

De lo que pudimos averiguar, fuera de Yby Yaú, supimos que la víctima había hecho un negocio de terreno de su propiedad en una localidad muy cercana a Yby Yaú. ¿A quién fue vendida esa propiedad?

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