Yby Yaú es una comunidad de gentes laboriosas, pacíficas y hospitalarias, merecen representantes y administradores políticos más dinámicos, progresistas y medianamente honestos.
Es necesario que la propia población Yby Yauense piense en el próximo legislador que lo representará en la Cámara de Diputados. Tiene que ser alguien que realmente ame y pertenezca a Yby Yaú, alguien que cele por la dignidad de los Yby Yauenses. Alguien que trabaje en serio por esta gran ciudad de más de 20.000 habitantes. Pertenecer a Yby Yaú no significa, necesariamente, haber nacido allí, pertenecer a Yby Yaú es ser consciente de sus necesidades básicas, es buscar lo máximo posible no mancillar su nombre con alianzas mafiosas alentando la impunidad, debe ser alguien que no se inmiscuya en la justicia para torcer decisiones judiciales a favor de sus acólitos chupamedias o por sobornos y chantajes político-económicos. Debe ser alguien que no amenace a policía, jueces y fiscales a traslados o despidos, solo porque no se adecua a sus caprichos. Debe ser alguien que exija la investigación de todos los crímenes que siguen impunes en la ciudad.
En este menester es bueno pensar en el Intendente que será electo en las próximas elecciones. Tiene que ser alguien que quiera trabajar en serio por la comunidad, Yby Yaú tiene recursos humanos y naturales para progresar, los royalties de Itaipú le darán los recursos económicos, basta con que su municipio sea bien administrado, priorizando los servicios esenciales, sin marginar a nadie, mucho menos privilegiando a pocos.
¿Por qué digo esto? Porque hay que ganarle al tiempo, no dejar que el próximo diputado sea “nombrado” desde arriba, la propia población debe buscar ya un candidato y ayudarlo a hacer desde ya su campaña, esta campaña comienza por la elección del próximo Intendente, sin olvidar a los concejales, todos sin excepción deben tener el mismo perfil.
Yby Yaú tiene que aprender a ELEGIR, ya no más a votar legitimando a gentes digitadas desde arriba. Recuerden que son los afiliados los verdaderos dueños del partido y no el partido dueño del afiliado, así siendo la “obediencia debida” es solo para los que conforman la directiva de cada partido, no puede aplicarse a los electores, éstos deben acogerse al derecho de rechazar una propuesta con el cual no comulga. Es hora de que EL PUEBLO verdaderamente elija quien los administra y representa, esa es la DEMOCRACIA PARTICIPATIVA, la actual, que dice ser representativa, ya no representa a nadie.
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