Ña Josefa de Pedrozo y su su marido Don Lomé relatando al agente policial el susto que pasó, la caja de carton resguarda el cadáver.
La mañana de domingo parecía la misma de todas en aquella pacata comunidad de la colonia Ñepotyvô, a pasitos de Yby Yaú.
Ña Josefa se levantó para hacer el mate, luego llamaría a Lomé, su marido; Eran las 6 de la mañana, Ña Josefa, como toda ama de casa a la mañana temprano, pasó a mirar afuera, su jardín, ver la ruta, mientras el agua hervía en la cocina. De repente una cosa llamó su atención: un perro comiendo algo, pero no era algo demasiado chico, su curiosidad pudo más y se acercó para ver mejor lo que el perro estaba devorando y cual no fue el tamaño del susto que se llevó cuando vio que lo que el perro estaba comiendo no era otra cosa sino el cuerpo de un bebé.
Aún no muy repuesta del susto tomó el celular y llamó a la Comisaría dando cuenta de su hallazgo.
Intervinieron en el hallazgo y levantamiento del cadáver efectivos de la Comisaría Séptima Yby Yaú y el fiscal Adriano Ortiz.
Hasta el cierre de nuestra nota no tenemos mayores informaciones.
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