Pobre PARAGUAY! Un territorio en que 80% de las tierras están en manos del 2% de la población, en que la marginalidad crece día a día, en que un gobierno golpista regala (vende pro-bolsillo), nuestro codiciado país a las multinacionales del agrotóxico, de los OGM, de las industrias extractivas, de las depredadoras del medio-ambiente, de las ladronas de nuestras riquezas naturales, de las hambreadoras del pueblo.
En el país de mayores desigualdades sociales de América Latina, junto con Haiti, no solo los niños mueren de cualquier enfermedad leve por desnutrición: ahora tambien los animales de su único zoológico pasan hambre y arriesgan morir de inanición.
Paraguay, nuestra patria herida, en que un presidente golpista y sus ministros, sus parlamentarios, sus milicos y sus magistrados, acomodan a familiares y allegados, con salarios increíbles, en el vergonzoso nirvana de los planilleros del Estado, en que las riquezas robadas y las tierras usurpadas siguen sin ser recuperadas, en que la corrupción corroe los cimientos del Estado.
Piedad por los indefensos animales enjaulados en el Botánico, sobrevientes provisiorios de la deforestacion masiva y de la contaminación de tierras y cursos de agua por los mortíferos pesticidas del agronegocio de la soja.
Habrá entre los encumbrados personajes de los organismos internacionales algun alma sensible a la causa de los animales? Alguien que pudiera activar una ayuda humanitaria de urgencia con destino al Paraguay, ese país enclavado que figura más allá de sus preocupaciones? Una misión urgente podria salvar indefensas vidas en peligro...
En su paseo, jugosamente remunerado, tal vez se encuentren con una realidad invisible a sus ojos de burócratas internacionales: la de niños desnutridos, la de jovenes sin oportunidades (que por miles caen en la espiral fatidica espiral de la delincuencia y la drogadicción), la de campesinos perseguidos (y periódicamente asesinados), la de los indígenas (el sector más fragilizado por el sistema oligárquico), que, ya sin hábitat, deambulan desorientados...
Y bajo nuestro azulado cielo, una de esas se crucen con la altanera soberbia de los ricachones que desde sus muy protegidas mansiones y a traves de los vidrios oscuros de sus autazos, parapetados en sus privilegios, se burlan de millones de paraguayos...
!Quien sabe señor! respondería José Santos Chocano, el poeta indigenista, que denunciaba las mismas injusticias y señalaba a los mismos responsables... hace mas de un siglo.
Saludos a todos los paraguayos de bien,
Mirtha Ayala.
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