El intento de desfalco fue
abortado gracias a que se ordenó una revisión de las adjudicaciones que estaba
por otorgar la Secretaría, explicó a la 780 AM Eliodoro Marecos.
Los beneficiados iban a ser dos hijos del diputado colorado Magdaleno
Silva, de 19 y 21 años, residentes en Yby Yaú, según detalló.
De acuerdo al documento presentado ante la Senavitat, uno de los jóvenes
supuestamente alquilaba una vivienda y vivía con un “hermano adoptivo”,
mientras que el otro se encontraba en similares condiciones y era “sostén de
familia”.
Un juez de Paz firmó un acta en la cual daba fe de esta situación, que
posteriormente fue anexada a un pedido formulado por una comisión de potenciales
adjudicados de la zona.
Luego de averiguaciones, se constató que ambos hijos del diputado
Magdaleno Silva residían en la vivienda que tien el legislador en la zona.
“Es una anomalía muy grave”, manifestó Marecos, quien mencionó que la
Senavitat estuvo a punto de financiar en un 100% las viviendas para los
jóvenes.
Los subsidios aspirados por la familia de Magdaleno Silva van dirigidos
a personas de escasos recursos, con un ingreso familiar de G. 1.658.231
mensuales.
Los beneficiarios pueden recibir hasta G. 63.012.816 en concepto de
ayuda social, que no tiene retorno alguno para el Estado.
“Me indigna que gente que no necesita intente a acceder (a estos
subsidios para viviendas)”, refirió el titular de la cartera.
Los pedidos para que los hijos del diputado accedan a viviendas
gratuitas fueron realizados durante la administración de Gerardo Rolón Pose.
Según datos dados a conocer por Senavitat, en el país hay 200.000
familias que necesitan casas, mientras que existen otras 600.000 cuyas
viviendas requieren ampliaciones o refacciones.
No es la primera vez que la
familia del diputado Magdaleno Silva recibe recursos de manera irregular por
parte del Estado. En agosto del 2011, el propio legislador reconoció que el Indert otorgó a su hijo una
propiedad por ser “beneficiario de la reforma agraria”.
ABC Color intentó contactar con el legislador colorado, sin embargo su
teléfono celular se encontraba apagado. Igualmente, nadie respondió a los
llamados a su oficina en el Congreso.
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